¿Son peligrosos los rayos X utilizados en el TC?

La cantidad y la fuerza de los rayos X utilizados en el TC tienen un riesgo muy pequeño de producir daños en las células de nuestro organismo. Podríamos decir que la dosis de radiación recibida en un estudio de TC, sería la misma que recibiríamos de forma natural, de nuestro entorno, en aproximadamente tres años.

No obstante, y a pesar del bajo riesgo, es un procedimiento que se desaconseja practicar en mujeres embarazadas.


¿Cuál es la preparación antes de la prueba?

La preparación del TC variará en función de la zona del cuerpo que se quiera ver, o de la patología que se quiera estudiar.

Hay estudios que no requieren ninguna preparación, como los osteoarticulares, otros requerirán un ayuno de seis horas (tres en el caso de personas diabéticas), y en algunos estudios abdominales, además se le pedirá que beba agua o una solución de contraste oral antes de entrar en la sala.

Normalmente se le pedirá que se quite la ropa y se le proporcionará una bata, para evitar los posibles elementos metálicos que pueden interferir en la imagen.

En general las joyas o elementos metálicos solo interferirán en la imagen si se encuentran en la zona que se quiere explorar, por lo que por ejemplo, en estudios de la cabeza le haremos quitarse pendientes o prótesis bucales, pero no será necesario que se quite el reloj o anillos.


¿Qué son los contrastes y por qué tengo que firmar un consentimiento informado?

El TC nos muestra imágenes de los diferentes órganos o estructuras de nuestro cuerpo, diferenciando muy bien los tejidos de densidades diferentes, pero siendo poco sutil cuando los tejidos tienen una densidad muy parecida. En una imagen de TC abdominal diferenciaremos muy bien una vértebra de un riñón, ya que tienen densidades muy diferentes, pero dentro de la imagen del riñón en ocasiones no podemos diferenciar estructuras con una densidad parecida, como por ejemplo un quiste o un nódulo.

Para poder diferenciar estructuras con densidades parecidas y realizar así un correcto estudio mediante TC, en ocasiones es necesario el uso de contrastes radiológicos.

Por definición un contraste radiológico es una sustancia química que tiene la capacidad de absorber los rayos X en mayor o menor grado que los tejidos blandos. Según la vía en la que los administremos, los podemos clasificar en contraste digestivo (vía oral o rectal) y contraste endovenoso (a través de la punción venosa).

El contraste digestivo oral puede ser hídrico (agua), de sulfato de bario o de yodo, y normalmente se tiene que comenzar a beber entre 45 minutos y 1 hora antes de comenzar el estudio. Cuando el contraste digestivo se tiene que introducir por la vía rectal, además de los tres tipos de contraste antes mencionados, también se puede utilizar aire (principalmente en la colonoscopia virtual por TC), y se administra dentro de la sala de exploración.

El contraste endovenoso está compuesto de yodo y normalmente se administra a través de una vena del brazo.

Es frecuente que utilicemos los dos tipos de contraste (oral y endovenoso) en los estudios abdominales.

El uso de los contrastes, especialmente el endovenoso, no está exento de riesgos. Cuando inyectamos un contraste por vena, hay una baja probabilidad de sufrir una reacción adversa, es por eso que un médico radiólogo supervisará al paciente durante toda la prueba e intervendrá en caso necesario administrando el tratamiento adecuado a la reacción sufrida.

Antes de entrar a la sala de exploración del TC, se le proporcionará un consentimiento informado, que es un documento explicativo donde se explican los beneficios y los posibles riesgos derivados de la inyección de contraste.

La Ley dicta que este documento deberá ser firmado obligatoriamente antes de la realización de la prueba, tanto si se acepta o se deniega la inyección del contraste, para asegurar que el paciente ha recibido la información necesaria.


¿Qué pasa si soy diabético o sufro insuficiencia renal?

Hasta hace unos años, a los pacientes diabéticos que se trataban con Metformina, se les recomendaba suspender el tratamiento unos días antes y después de la prueba. En la actualidad, la guía ESUR, que es la guía de referencia para la inyección de contrastes radiológicos, ha demostrado que no hay interacción entre la Metformina y el contraste endovenoso, por lo que ya no es necesaria la suspensión. La única diferencia que tendrá la preparación de los pacientes diabéticos, es que en los estudios que requieran venir en ayunas, este ayuno en lugar de ser de 6 horas, podrá ser de 3 horas.

En los casos de insuficiencia renal crónica que requieran diálisis, se podrá administrar contraste endovenoso, ya que ya no hay riesgo de lesión renal

Cuando la insuficiencia renal sea leve o moderada, y no se trate con diálisis, el paciente deberá traer una analítica en la que se refleje la Creatinina y el Filtrado Glomerular, ya que aquí si que hay riesgo de dañar el sistema renal. Será el médico radiólogo el que valorará la analítica y decidirá si es seguro o no inyectar el contraste.